lunes, 28 de diciembre de 2015

La historia de Míster Bod

¡Buenos días!

Como ya os recordamos la semana pasada, esta mañana celebramos nuestra especial entrega de premios... Así que arrancamos compartiendo con vosotros el relato ganador del primer premio. Se trata de un bonito e imaginativo cuento escrito por el jovencísimo autor Fran Hernández Cara, en la que un pequeño duendecillo, llamado "Mister Bod", se marcha a vivir con una familia que no es la suya durante un tiempo.

Esperamos que lo disfrutéis tanto como nosotros, y aprovechamos la ocasión para enviaros un abrazo navideño: ¡Felices fiestas!!

"La historia de Mister Bod"

Había una vez un pequeño duende, se llamaba Míster Bod. Siempre estaba solo en casa porque sus padres no podían cuidarlo. Tenían que aprender a cuidar a los duendes pequeños y trabajar mucho en la aldea duende.

El rey duende averiguó que se sentía solo y buscó una familia para él por un tiempo. El pequeño Míster Bod se fue a vivir con la familia que le buscó el rey duende, sería su familia por un tiempo.

Cuando el rey duende vio que Míster Bod se sentía mejor con esa familia se alegró mucho porque se veía que era feliz, cariñoso, pequeño, amable, adorable, guapo, estaba contento y que el pequeño duende se lo pasaba tan bien.

El pequeño duende nunca había ido a el cine así que lo llevaron en una ocasión y le encanto ir al cine, nunca había celebrado su cumpleaños y el primer cumpleaños que le hicieron lloraba porque le daban miedo las velas pero le regalaron tantas cosas que dejo de llorar, el pequeño duende nunca había ido a la playa ni a la nieve y fueron sitios donde mejor se lo paso esquiando y nadando, tampoco había celebrado los reyes magos, navidad, papa Noel le trajeron tantas cosas que no cabían en su habitación. Todos los días que tenia colegio, lo llevaba su hermano de acogida y siempre se lo presentaba a un amigo. Nunca habían ido unos amigos suyos a su casa y una vez los invitó, fue increíble para él. Nunca había jugado al baloncesto y le encantó. Nunca había jugado al fútbol y le encantó sobre todo cuando fueron a visitar un campo de fútbol oficial.


Pero el pequeño duende nunca se olvidaba de sus padres así que se lo dijo a su familia por un tiempo. La familia fue a hablar con el rey duende sobre Míster Bod y que nunca se olvidaba de sus padres. Consultaron si el pequeño duende pudiera ver a sus padres una hora todas las semanas. El rey duende lo aprobó y la semana siguiente lo hicieron, la familia y el pequeño duende se lo pasaban muy bien. El rey duende vio que la familia era tan feliz, que estaban aprendiendo a cuidar a su pequeño duende y lo querían tanto que comenzó a buscar otros grandes trabajadores.

El jefe duende buscaba y buscaba pero no encontraba unos trabajadores tan buenos como los padres de Míster Bod, así que Míster Bod no podía ver tanto a sus padres porque tenían que trabajar y seguir aprendiendo a cuidarle. El rey duende trabajo mucho para encontrar a los nuevos trabajadores. Hasta que los encontró y los padres de Míster Bod volvieron con él.

Cuando Míster Bod llevaba dos meses con sus padres biológicos echaba de menos a la otra familia, preguntaron por ella al rey duende pero les dijo que no sabía nada de ellos. La familia duende estaba sorprendida porque era una gran familia y educaron muy bien a Míster Bod.

Míster Bod se hacía mayor, un día en el colegio hicieron una reflexión. Justo después de la reflexión Míster Bod recordó a su familia de acogida y que gracias a ella, su educación y cariño evitó perder muchos amigos, tener problemas y siempre se lo agradecería.

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